Está
comprobado. El sexo es la mejor pastilla para alejar los dolores. Algunos
estudios comprueban que la actividad sexual actúa en todo el organismo como un
estupendo remedio para activar la circulación y la memoria, fortalecer el
sistema inmunológico y perder peso.
Todos sabemos que cuanto más completa es la relación sexual, más feliz se es en la vida. Eso explicaría por qué las mujeres con una vida sexual plena presentan más disposición al trabajo y exhiben mejor sentido del humor.
El sexo modifica la química del organismo. El deseo aumenta la liberación de hormonas sexuales (estrógenos en la mujer, y testosterona en el hombre) y de adrenalina, hormona que prepara al individuo para el acto sexual. La circulación sanguínea aumenta y la región genital, llena de sangre, se dilata. A la mujer se le hincha la vagina y al hombre se le erecta su miembro. Lo certifican los sexólogos.
El nivel máximo de liberación de esta sustancia corresponde al orgasmo. Es el momento en el que todas las células nerviosas del cerebro descargan su contenido eléctrico, provocando el relajamiento físico total. En la mujer, durante ese clímax también se libera otra hormona.
Todos sabemos que cuanto más completa es la relación sexual, más feliz se es en la vida. Eso explicaría por qué las mujeres con una vida sexual plena presentan más disposición al trabajo y exhiben mejor sentido del humor.
El sexo modifica la química del organismo. El deseo aumenta la liberación de hormonas sexuales (estrógenos en la mujer, y testosterona en el hombre) y de adrenalina, hormona que prepara al individuo para el acto sexual. La circulación sanguínea aumenta y la región genital, llena de sangre, se dilata. A la mujer se le hincha la vagina y al hombre se le erecta su miembro. Lo certifican los sexólogos.
El nivel máximo de liberación de esta sustancia corresponde al orgasmo. Es el momento en el que todas las células nerviosas del cerebro descargan su contenido eléctrico, provocando el relajamiento físico total. En la mujer, durante ese clímax también se libera otra hormona.
Gabriela Garantón
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