los Abuelos y sus Medicinas caseras Ajo, Cebolla y Sábila

El ajo sirve para cicatrizar las heridas. Cuando nuestros abuelos nos dicen este tipo de cosas simplemente hay que hacer caso.

Primero: Tener 4 dientes de ajo y un paño limpio.

Luego, debes triturar bien los ajos, hasta lograr una masa, hay que dejarlos reposar durante tres horas, ya que el ajo  totalmente fresco puede irritar la piel. Después, debes aplicarlo con el paño limpio sobre la herida, dejándolo actuar durante 10 minutos; retíralo con agua fría. Este procedimiento mata los gérmenes y ayuda a la pronta cicatrización de la herida. Realice esta operación diariamente.

Para las heridas leves, otro remedio casero sumamente eficaz y menos irritante es la cebolla, la cual al igual que el ajo, ayuda a la eliminación de los gérmenes. Tiene el mismo componente anti-microbios que el ajo y no irrita tanto la piel. Se puede mezclar con miel en un recipiente y aplicar a la herida. Se debe dejar puesto más de una hora, por lo que antes de este tiempo podemos lavar la herida con agua y jabón. Algo rápido, es pelar la cebolla y la telita delgada que sale, aplicarla sobre la herida.

Otro remedio aun más eficaz. Alguna personas tienen serias complicaciones cuando se cicatrización se trata, ya sea por acné o accidentes leves. Las cicatrices en la piel pueden eliminarse casi por completo con el aloe vera o mejor conoció como la sábila. Este popular remedio casero  es fácil de aplicar y goza de gran reputación. Únicamente necesitas untar un poco de la pulpa de sábila en la herida.

Aunque otro método muy común es el jugo de limón, debido a sus propiedades  antisépticas y cicatrizantes. Aunque el ardor al contacto con la lesión es inevitable, resulta muy efectivo. El limón ocupa el primer lugar entre los frutos curativos, preventivos y de aporte vitamínico.

Leorlenis Guaicara