Una empresa onubense con sede en Ayamonte ha diseñado un sistema de «uniforme inteligente» que detecta si los escolares llegan tarde a clase o no acuden con normalidad, al implantar un chip en la ropa que se disimula dentro del tejido.
Se trata de una idea que, hasta el momento, no se aplica en España, aunque sí en escuelas de Estados Unidos, Reino Unido y Sudamérica, ha explicado el gerente de la firma, Christian Camacho, que ha concretado que se trata de «detectar los movimientos del menor» mediante esta tecnología.
El sistema «tiene su base en la tecnología RFID de identificación por radiofrecuencia y funciona de modo que cada vez que un niño entre o salga del colegio quede un registro de sus movimientos».
El microchip va camuflado entre las costuras del uniforme, en zonas que permitan su lavado y planchado sin dañar el mecanismo, y conecta directamente con una base de datos receptora instalada en la entrada del colegio.
La señal que emite registra la asistencia del menor a clase y en caso de que el niño decida salir del colegio en horario lectivo emite una señal avisando a la secretaría y enviando un mensaje de texto a los padres.
El objetivo, como señala su promotor, «es incrementar las prestaciones de la ropa escolar», pero huyendo «de hacer de esta idea un tema controvertido, más bien poner a disposición de los padres una herramienta que permita aumentar el control de los hijos única y exclusivamente en horario escolar».
La idea se enmarca dentro de la apuesta innovadora emprendida hace años por la empresa, que llegó a sacar al mercado hace años los primeros uniformes escolares inteligentes basados en tejidos que repelían las manchas y el agua de la lluvia de la ropa escolar.
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