Tiene 27 años,
nació en Maturín, es locutor, standupero y hasta productor nacional
independiente. Su nombre es Luis Beltroni y hasta hace seis días era un chico
común y corriente, cuyo rostro era apenas conocido entre sus familiares y
amigos cercanos.
Los quince minutos de fama se los debe a la parodia de la nueva cuña audiovisual de Adidas, que la marca deportiva encargara al cineasta Marcel Rasquin, y que en dos minutos y tanto narra la historia de un niño venezolano de nombre Ricardo que viaja a Brasil para explicar a su ídolo, el futbolista Kaká, que ha decidido dejarlo a un lado para apoyar ahora a la selección nacional de fútbol Vinotinto.
Un historia a la que Beltroni decidió -junto con su compañero de labores y, si se quiere, de fechorías, Gustavo Chalaco Medina- dar un giro de tuercas y salpicar con el acalorado furor de la contienda electoral protagonizada por el Presidente Hugo Chávez y el candidato de la oposición Henrique Capriles Radonski.
"¡Me encantó la cuña de Adidas! Y apenas la vi se me activó la chispa y pensé: 'A esto hay que hacerle una parodia", dice Beltroni, quien agrega que fue el domingo pasado, mientras miles de personas marchaban para acompañar a Capriles Radonski en la inscripción de su candidatura en el Consejo Supremo Electoral, que descubrió en la red el audiovisual de Rasquin.
"Así que llamé a Gustavo (Chalaco Medina), maduramos la idea, y redactamos el texto teniendo en cuenta las líneas de la cuña de Adidas. Y como yo obviamente estoy a favor de Capriles, decidí ser Huguito".
La producción, dice Luis Beltroni, fue sencilla si se toma en cuenta que uno de los mayores obstáculos fue conseguir una franela del Partido Socialista Unido de Venezuela (afecto al régimen del Presidente Chávez).
"Yo tenía la franela azul con la frase 'Hay un camino'", cuenta el autor de Adedos refiriéndose al grupo de partidos que apoya al candidato de la oposición Capriles Radonski. "Pero nos faltaba la roja. Al final nos la suministró una persona cuyo nombre no puedo decir porque corre el riesgo de que lo boten de su trabajo", agrega Beltroni, quien superado el escollo se lanzó a las calles de Maturín para rodar el audiovisual y luego editarlo.
No sospechaba que el video, que agregó en su perfil personal de la red social Facebook, se iba a expandir como un virus mientras él dormía. "Yo lo colgué en la noche y cuando me paré en la mañana tenía 14 mil y tantas visitas, así que caí para atrás como Condorito", se ríe él, que a decir verdad ya es un experto en el arte de la parodia.
"Yo sé qué dirán de todo, pero es una parodia cualquiera, que no fue creada por el imperio, y que no fue pagada por nadie. Y si no lo creen, pueden ver mis estados de cuenta", suelta él con no poca inocencia.
Sueña con conducir
su propio programa humorístico de televisión en un canal de cobertura nacional.
"Mi pasión es la comunicación. Yo quería estudiar comunicación, pero en
Maturín la carrera solo se puede estudiar en la Universidad Bolivariana y todo
el mundo dice está muy politizada, así que me he dedicado a la radio -conduce
el programa Sin bostezo, de 6:00 a 8:00 am- y a esto de hacer
videos. ¿Qué deseo hacer en el futuro? Hacer lo mismo", remata, "pero
que llegue a muchas más personas".
Nairim Amaya
Fuente: eluniversal.com
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